La cremación en España esta en auge y cada vez más familias optan por esta opción a la hora de despedir a un ser querido. Ahora que hacer luego con la urna de cenizas es todavía una pregunta difícil de responder ya que las opciones no abundan ni tampoco convencen del todo.
Desde hace unos años vimos esta necesidad que tienen las familias de la Comunidad Valenciana y en Parque de la Paz nos pusimos manos a la obra para crear espacios naturales para el descanso final de las urnas en un entorno cuidado y al alcance de todas las familias.
Una de las opciones que más se destacó fue el "Arbol de la vida". Aquí compartimos una nota que fue publicada en el periódico Las Provincias sobre este novedoso columbario.
El Árbol de la Vida, un nuevo concepto sostenible para el descanso de las cenizas
A menos de 20 minutos de la ciudad de Valencia, el cementerio Parque de la Paz ofrece un columbario natural en un cuidado jardín repleto de árboles, al mismo precio que opciones más tradicionales y desnaturalizadoras.
Las costumbres están evolucionando en España y la muerte no es ajena a los cambios. La incineración es ya la opción elegida por el 41,22% de los fallecidos y sus familias en nuestro país, según indican los datos de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), que muestran que la incidencia de esta opción es aún mayor en zonas urbanas, donde ya alcanza en ocasiones el 70%. Hace solo diez años, en España solo optaba por la cremación un 15% de los fallecidos y el cambio, avisan los expertos, se debe a una tendencia cultural y generacional, potenciada en los últimos meses por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, muchas personas optan por esta solución sin plantearse de fondo la realidad de lo que viene después de la incineración y se encuentran con un contexto con muy poca oferta de posibilidades para darle un destino final a las cenizas de su ser querido.
Camposantos como los de la capital valenciana, en especial el Cementerio General de Valencia, se encuentran en los últimos años con un grave problema de espacio para albergar cenizas. Incluso, en algunos de ellos no hay nichos o columbarios donde puedan descansar las personas que opten por esta opción. Frente a este impedimento, muchas familias están optando por llevarse las cenizas a casa ante la falta de opciones para darles un final digno. Otros deciden esparcir las cenizas en algún lugar natural, pero dependiendo de dónde se puede incurrir, incluso, en un delito contra el medioambiente. Además, los psicólogos expertos en duelo aconsejan tener un lugar de referencia en el que recordar al ser querido y, con esta decisión, se despersonaliza la despedida y se pierde la posibilidad de tener un punto de pertenencia donde ir a rendir homenaje en días señalados como cumpleaños, aniversarios, fechas especiales o festividades como Todos los Santos.
Frente a ello han nacido iniciativas como la de el Árbol de la Vida, un columbario natural creado por el cementerio Parque de la Paz, que se presenta como «un espacio para depositar las cenizas, en un cuidado jardín a la sombra de los árboles», tal y como destaca Lucas Palmero, consejero delegado de Parque de la Paz. La iniciativa, que ha contado con muy buena acogida por parte de las familias y del sector –ya lo incluye en su cartera de servicios la gran mayoría de aseguradoras y servicios funerarios–, está íntimamente ligada con la sostenibilidad y la ecología, en línea con las alrededor de tres décadas que lleva abierto al público el cementerio privado valenciano.
El Árbol de la Vida: descansar en la naturaleza
A tan solo 18 minutos de la capital, Parque de la Paz es un camposanto totalmente distinto, lo que le valió en 2006 ser elegido Mejor Cementerio de España por los lectores de la revista 'Adiós Cultural'. «En nuestra experiencia de casi 30 años, hemos ofrecido siempre opciones lo más a la vanguardia posible, relacionadas siempre con la naturaleza», relata Andrés Pérez Cuesta, también consejero delegado de Parque de la Paz. De esta forma surgió el Árbol de la Vida, una iniciativa que dispone de distintos columbarios donde inhumar las cenizas en urnas biodegradables y que tiene mucha vinculación con la sostenibilidad. La propuesta incluye placa personalizada y se ofrece a perpetuidad y sin gastos de mantenimiento, al mismo precio que la media de los cementerios generales. «La idea es acercar Parque de la Paz al mayor número posible de familias de Valencia, por lo que lo hemos hecho muy accesible desde el punto de vista del coste», detalla Palmero. Funerarias y aseguradoras son prescriptores de este producto, hasta el punto de que el columbario ya se ha incluido en las pólizas de seguro de las aseguradoras más tradicionales y, en las que no está incluida aún, se está utilizando el capital previsto para el nicho en este tipo de espacios más respetuosos con el medioambiente.
«Ofrecemos un entorno de naturaleza lo más diverso y cuidado posible para que la gente pueda elegir dónde descansar», concreta Pérez Cuesta, destacando las múltiples opciones que pone sobre la mesa el Árbol de la Vida. «Ponemos a disponibilidad de la familia árboles con años de antigüedad, sectores aún sin arboleda o zonas más diáfanas. Hay gente que le gusta estar más al sol, a otros les gusta estar más a la sombra, hay a quien prefiere estar rodeado de plantas, gente que gusta los árboles… Al tener un parque de 16 hectáreas, en su mayoría ajardinadas, muy diverso y con 30 años de historia, tenemos un gran número de ofertas distintas para poder vincular el destino final de un ser querido con la naturaleza», enumera.
Una experiencia natural y sostenible
El mundo está en continuo cambio y valores que hoy están de plena actualidad, como la sostenibilidad o el respeto al medioambiente, hace 15 años no se tenían prácticamente en cuenta. «Hoy la gente tiene más necesidades que antes no sabía que tenía y, en línea con esto, al final de la vida se termina poniendo dentro de las variables al decidir qué hacer con un ser querido el buscar con un producto que cumpla con esos atributos sostenibles», puntualiza Andrés Pérez Cuesta, consejero delegado de Parque de la Paz. De ahí, que la propuesta de Parque de la Paz esté calando entre los valencianos.
Parque de la Paz rompe con el modelo de cementerio al que está acostumbrada la mayoría de las personas. En el amplio espacio ajardinado de 16 hectáreas, situado en la localidad de Chiva, «todos los detalles están cuidados para que se amolden y sean homogéneos con el entorno», presume Palmero. Por ejemplo, las placas de recuerdo a las personas difuntas están apoyadas de forma horizontal sobre el césped y no hay figuras que evoquen a la muerte o a lo que uno tiene como modelo mental de cementerio. «Una vez que nos conocen, las familias encuentran el diferencial y nos terminan eligiendo para el resto de generaciones. Vienen con una idea preconcebida de lo que puede ser el columbario natural pero cuando llegan a Parque de la Paz se les despierta el interés por diferentes rincones con los que establecen diferentes y bonitas relaciones de pertenencia», explica. La relación con las familias es intensa: «Hay que tener en cuenta que las cenizas se convierten en nutrientes y llegan al árbol, con lo que el ciclo de la vida continua. La experiencia es totalmente diferente a colocar una urna en un nicho en altura a tres o cuatro metros de altura y va mucho más en línea con lo que estamos más acostumbrados a vivir hoy».
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Fuente: Las Provincias
https://www.lasprovincias.es/valencia/arbol-vida-nuevo-20201125173213-nt.html